Cada año se entregan en todo el mundo cerca de 38.000 millones de envases de cartón

Desde que empezó la pandemia, la demanda de cartón en todo el mundo se ha incrementado de forma exponencial. Buena parte de la culpa de esta situación la tiene la proliferación de envíos online, de cuyas entregas se ocupan las empresas de paquetería. Cada año se entregan en todo el mundo cerca de 38.000 millones de envases de cartón corrugado. Permiten que comida, ropa y un sinfín de artículos de uso diario lleguen cada día a su destino, bien a través de encargos realizados por internet, o transportados directamente desde las tiendas hasta los domicilios particulares.

El cartón al alza

Resulta llamativo que en el último año el consumo nacional de cajas de cartón se ha incrementado en casi un 6%, y que en el mismo período su producción lo ha hecho incluso por encima de ese porcentaje. España es el tercer país europeo con el índice más alto de fabricación de cartón. Y es que son muchas las ventajas que ofrece este material: resulta barato, ligero, resistente, y además no contamina. Este último aspecto le confiere una posición favorable, por ejemplo, frente al plástico.

Las cifras...

Hablamos de un sector que puede generar un rendimiento económico considerable. Algunos datos así lo refrendan: cada año, nuestro país factura 6.273 millones de euros en cartón ondulado. España produce anualmente más de 6.000 millones de metros cuadrados de ese material, y cada español gasta de media 66 kilos de cartón al cabo del año. En 2020, sumando papel y cartón, los españoles consumimos más de 6 millones y medio de toneladas.

Pandemia y sostenibilidad

Con la llegada de la crisis sanitaria del coronavirus, y el obligado confinamiento de millones de personas en todo el planeta, las cifras de comercio electrónico aumentaron de manera más que notable. Como consecuencia de esa realidad, en 2021 la producción de material de embalaje creció en un 7 y medio por ciento. El factor medioambiental también ha tenido su peso en este escenario: año tras año aumentan las exigencias por parte de la Unión Europea para reemplazar los plásticos de un solo uso por envases sostenibles

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