En primer lugar, ¿qué tal construir un teatro de marionetas o una moderna televisión, aunque no sea de plasma? Podríamos deciros los pasos a seguir, pero entonces ¿dónde estaría la gracia, la creatividad, la imaginación, ese tiempo que podemos pasar con nuestros hijos, sobrinos o nietos?
En segundo lugar, hemos aunado dos ideas, pero porque son muy socorridas y habituales. Lo que no significa que no sean especiales, cada una a su manera. Se trata de fabricar un coche, a gusto del conductor, o una pequeña casita que les sirva de espacio personal o de refugio, al margen o, incluso, dentro de sus habitaciones.
En tercer lugar, ésta es genial. ¡Un futbolín! Sí, sí, tal cual. Las dimensiones y el número de jugadores ya es cosa vuestra y de los peques.
En cuarto lugar… ¡Atención! Instrumentos musicales varios: guitarras, pianos, baterías… Quién sabe si a partir de jugar con ellos los peques no acaban por ser unos genios de la música.